¡Me voy de convivencia!

Estaré desaparecida toda la próxima semana, me voy al curso anual que tenemos los miembros supernumerarios en el Opus Dei, que llamamos «convivencia» porque tenemos la oportunidad de vivir en la intimidad del día a día en esta  Familia Grande que es la Obra de Dios, de conversar de lo humano y lo divino, pero por sobre todo empaparnos del espíritu del Opus Dei tal como ha sido desde que el Señor se lo hizo fundar a san Josemaría el 2 de octubre de 1928, pues está visto que en todo lo que intervengamos mucho los humanos en pocas generaciones la cosa se va diluyendo, opacando, aguando o cambiando para donde sopla el viento, y la idea al formarnos con tanto mimo por parte de la Obra y del empeño que ponemos nosotros para poder corresponder es ser fieles-fieles, es permanecer apegaditos a lo que Dios le hizo VER, y que se fue organizando paso a paso con el correr de los tiempos y las inspiraciones que cada tanto cuando le iba diciendo con sus inspiraciones: «pon esto aquí», «organiza aquello de ese modo».

Nos esforzamos por estudiar un tema teológico que -tal como dice Tinta en el post anterior- va sedimentando, quieras que sí, quieras que no,  y nos deja en condiciones de poder iluminar a otros para que también se preocupen de su formación doctrinal y de vida interior.

Me pregunta alguno, a veces escandalizado: ¿CÓOOOOMOOOO? ¿dejas a tu familia 5 días SOOOOOLOOOOOS? ¿no te pparece irresponsable o exagerado?

Mi respuesta siempre es la misma: si no fuera por esta formación y exigencia que tengo en el Opus Dei -es exigente porque lo vale- no sé dónde estaría la madre de familia que soy. Es una inversión para ellos, pues esta mujer que se va por pocos días  llega tratando de mejorar la cara; de servirlos lo mejor que pueda dentro de mis defectos; de amarlos como son, y para mí es una inyección de optimismo, de conocimientos, de amistad renovada, de fidelidad en mi entrega a Dios, recordando que soy su hija y que me conoce por mi apelativo de niña, como me decía mi padre: Canita….

¡Hijos de Dios!: una condición que nos transforma en algo más trascendente que en personas que se soportan mutuamente. Escucha al Señor: «vos autem dixi amicos!» —somos sus amigos, que, como El, dan gustosamente su vida los unos por los otros, en la hora heroica y en la convivencia corriente.

Surco 750

Etiquetas: , , , , , , ,

Deja un comentario