Muchos elementos complementarios formando una unidad de vida
Hace todo un plan de vida espiritual aprendido de la tradicición de la Iglesia multisecular que ha recogido y propuesto el Opus Dei para los que nos formamos bajo su alero acogedor, pero no terminó de entender que «ESO», se entreteje con la vida misma que está hecha de trabajos y oraciones, de oraciones y trabajos, unidos, intercambiables si los vivimos con unidad de vida, sin hacer separaciones, pues hemos ofrecido todo nuestro día para Él, y así conviven todos los afanes nobles de cualquier vida sin contraponerse.
Mi amiga querida, buena y generosa no entendió eso tan básico pues se agobió pensando que se echaba otra carga sobre lo mucho y muy bien que hace ya, por su familia y otras cosas excelentes.
No entendió que ya lo hace todo. En su mente ha separado sus momentos conscientes y fuertes de prácticas piadosas -como la oración mental «con reloj» y la Santa Misa, por ejemplo- con su trabajo santificado.
Somos amigas, y ha decidido seguir como cooperadora de la Obra porque otra espiritualidad no le calza, pero……..
Realmente, la vocación es un privilegio, un don y misterio, como decía el buen Juan Pablo II, y la libertad va por delante. No hay vocación posible sin ella.