Posts Tagged ‘Unidad de vida’

Don y Misterio

julio 30, 2010

Muchos elementos complementarios formando una unidad de vida

Hace todo un plan de vida espiritual aprendido de la tradicición de la Iglesia multisecular que ha recogido y propuesto el Opus Dei para los que nos formamos bajo su alero acogedor, pero no terminó de entender que «ESO», se entreteje con la vida misma que está hecha de trabajos y oraciones, de oraciones y trabajos, unidos, intercambiables si los vivimos con unidad de vida, sin hacer separaciones, pues hemos ofrecido todo nuestro día para Él, y así conviven todos los afanes nobles de cualquier vida sin contraponerse.

Mi amiga querida, buena y generosa no entendió eso tan básico pues se agobió pensando que se echaba otra carga sobre lo mucho y muy bien que hace ya, por su familia y otras cosas excelentes.

No entendió que ya lo hace todo. En su mente ha separado sus momentos conscientes y fuertes de prácticas piadosas -como la oración mental «con reloj» y la Santa Misa, por ejemplo- con su trabajo santificado.

Somos  amigas, y ha decidido seguir como cooperadora de la Obra  porque otra espiritualidad no le calza, pero……..

Realmente, la vocación es un privilegio, un don y misterio, como decía el buen Juan Pablo II, y la libertad va por delante. No hay vocación posible sin ella.

Acción y vida interior: buena dupla

abril 3, 2010

Una amiga mía querida y emparentada ha asistido a medios de formación de la Obra varios años ya, y a quién la quiere oir le dice lo muy bien que le han hecho, pero este año duda de seguir por que no sabe si aparte de formarse -«oír charlas»  dice ella- el Opus Dei le puede ofrecer algo más….

No es primera vez que me topo con un caso así en que lo que buscan no es un encuentro con el Señor  en su vida interior para de ahí pasar a la acción donde su libre albedrío las lleve con rectitud de intención y buscando en todo a Dios. Buscan moverse pero en cierto modo desean ser dirigidas en la acción por «alguien» , ojalá algún eclesiástico, y como en la Obra somos laicos mayores de edad y muy libres de tener iniciativas sin moldes predeterminados ni mandados por nadie, salvo por los mandamietos comunes a los cristianos, y no terminan de entender.

Estas personas son buenas, ¡buenísimas!, pero no les entra eso de «por añadidura» a que lleva el «buscar a Dios y su justicia»; buscan la acción separada de la oración, de la contemplación. Quieren ser Marta y no María, y no comprenden que hay que unir las dos cosas con unidad de vida.

Meditar ésto me hace entender a mí lo novedosísima que es la Obra, y por qué a san Josemaría le costó tanto ser comprendido y que le hayan dicho que llegó con 100 años de antelación con su propuesta, y es claro: Dios toma la iniciativa y a nosotros nos queda tratar de ir «al paso de Dios»


Me dices que sí, que estás firmemente decidido a seguir a Cristo.
—¡Pues has de ir al paso de Dios; no al tuyo!
De Forja, punto 531

Plan de Vida: adaptable como un guante

marzo 12, 2010

En la Obra tratamos de vivir todo nuestro día pegaditos al Señor. Ya sea que trabajemos, descansemos o nos divirtamos siempre estamos pendientes de recordar que estamos en su Presencia y que todo lo que hagamos puede ser transformado en oración, pero como humanos que somos,  para ir cada día intentando lograr el objetivo de santificarnos en lo ordinario, tenemos nuestro llamado Plan de Vida, que no es otra cosa que un conjunto de actos, devociones, etc, tales como es el asistir a misa diariamente, hacer unos ratos de oración mental, hacer una visita al Señor Sacramentado en alguna iglesia u oratorio, y muchas otras cosas que no toman tiempo ni exigen desplazamientos, como es expresar nuestra gratitud, dolor de los pecados, desagraviar diciendo alguna jaculatoria ad hoc y cosas por el estilo que llamamos «Normas».

Hay algunos despistados que piensan que las normas serían «el espíritu del Opus Dei» por la importancia que les damos tratando de hacerlas todas todos los días, pero eso es como decir que la punta de iceberg es la parte principal y no. Las normas sólo son la expresión de la Vida Interior que tenemos o a la que aspiramos, pues nacen de ella y tienden a acrecentarla, en un círculo virtuoso.

Las normas en el Opus Dei no son «otra carga» añadida a lo que ya tenemos como deberes. No, ellas se entretejen con los quehaceres corrientes de nuestras vidas, en una UNIDAD DE VIDA a la que  «se adaptan como el guante  a la mano» y tratamos de que el trabajo sea oración y la oración también es trabajo, pues exige un esfuerzo para sacar agua del pozo de la gracia;  a veces sentimos que o está muy profundo o muy seco….el mérito está en perseverar tal como enseñan santa Teresa y otros santos.

Cito a san Josemaría porque a mi me sirve siempre considerarlo:

«Has de ser constante y exigente en tus normas de piedad, también cuando estás cansado o te resultan áridas. ¡Persevera! Esos momentos son como los palos altos, pintados de rojo que, en las carreteras de montaña, cuando llega la nieve, sirven de punto de referencia y señalan, ¡siempre!, dónde está el camino seguro.»
(Forja, nº 81)